Fotografiar conciertos, una obra de teatro o un espectáculo de cualquier índole, siempre supone un reto para un fotógrafo.
Un espectáculo, como puede ser un concierto, supone para el fotógrafo trabajar en un ambiente que no puede controlar, las luces, la música, los artistas, el espectáculo en si mismo, es controlado por personas ajenas a las que no puedes dirigir como se de unas fotos en tu estudio se tratara.
Para tratar de paliar esta situación, lo mejor a la hora de Fotografiar conciertos, es centrarte en tres aspectos fundamentales, la luz, el color, y los artistas.
Quizás sea eso lo que me encanta de este tipo de eventos. El fotógrafo solo debe estar atento para no perderse detalle, porque los verdaderos artistas son los técnicos de iluminación. Sin ellos, no habría fotografía alguna. Desde aquí, gracias por tanto.